Rosario Weiss
Goya maduro y viudo inició en el dibujo a una niña de siete años y tuteló
desde entonces su vida y su carrera en Madrid y en Burdeos. Realizaron
numerosos dibujos a cuatro manos -de los que la exposición ofrece amplia
muestra, varios de ellos geniales-, con un estilo que hace difícil diferenciar
los de uno y los de otra -López-Rey tuvo que modificar la atribución de un
catálogo completo de dibujos considerados hasta entonces de Goya-. Se ha
escrito incluso que el último lienzo de Goya -La lechera de Burdeos, 1827- es
un retrato de Rosario o incluso una obra pintada a la vez por maestro y
discípula. Tenemos el dato significativo que la primera propietaria de la obra
fue su madre Leocadia y que ese fue el único óleo del maestro que mantuvieron.
Rosario Weiss :de aprendiz de Goya a maestra de Isabel II
Goya en
Burdeos, cuando Rosario tenía 11 años, la puso como alumna de un tal Vernet
fabricante de papeles pintados.
De Zaragoza a Burdeos en coche
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